
El Registro de la Propiedad es un ente público el cual tiene como propósito el garantizar y proteger la claridad de todo trámite jurídico que está relacionado con los inmuebles. Las funciones del Registro de la Propiedad son la inscripción de los actos relacionados con una propiedad, así como todo relacionado con los derechos sobre los bienes inmuebles, ya sean de titularidad pública como privada.
En el Registro de la Propiedad se pueden adquirir los derechos y dominio de la propiedad con plena seguridad de no caer en estafas y saber qué es lo que se está adquiriendo. Además, tiene jurisdicción en las concesiones administrativas de bienes de dominio público.
Aunque el Registro de la Propiedad no pública contratos o actos de forma pública y de libre acceso, si se dejan claras las titularidades de los inmuebles para procedimientos de poder público.
En pocas palabras, el Registro de la Propiedad es una institución garante de la seguridad jurídica, así como de las transacciones comerciales de los inmuebles y viviendas. Por ello, en esta institución se llevan a cabo los procesos de traspaso, modificación y cesión de los derechos sobre bienes inmuebles. También las resoluciones judiciales referentes a los contratos de arrendamientos.
¿Cómo se organiza el Registro de la Propiedad?
Para cualquier trámite en esta institución, se designa un funcionario del Registro más cercano a la propiedad en cuestión. Estos funcionarios son encargados de dirigir y administrar todos los trámites y documentación de la solicitud según la circunscripción que le corresponda.
Los Registros se llevan en folios registrales, en ellos, se detalla un historial jurídico de cada procedimiento.
Gracias al Registro de la Propiedad, existe garantía y seguridad jurídica en las transacciones comerciales de los bienes e inmuebles del territorio. Además, gracias a esta institución se agilizan los procesos legales y se reducen los costos por honorarios en cada proceso.
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