
Investigaciones, testimonios y víctimas apuntan a un mismo patrón: abuso, abandono, manejo oscuro de fondos y oportunismo político.
Por años, el boxeo hondureño fue sinónimo de orgullo, esfuerzo y lucha. Pero también fue escenario de uno de los episodios más oscuros en la dirigencia deportiva del país: la gestión de Godofredo Fajardo, hoy candidato a diputado por la Democracia Cristiana, y protagonista de un historial que Honduras no puede darse el lujo de olvidar.
Mientras Tegucigalpa es tapizada con su rostro, mientras repite discursos de “honestidad” y “transparencia”, el pasado vuelve a golpear como un gancho al hígado: el escándalo del boxeo, una historia que dejó boxeadores estafados, carreras destruidas, denuncias formales e investigaciones abiertas.
Este no es un ataque político.
Es un recordatorio del tipo de persona que pide el voto.
EL CASO QUE NUNCA SE BORRÓ: LA EXPLOTACIÓN DEL “MUÑECO” GONZÁLEZ
Miguel “El Muñeco” González es uno de los pugilistas más queridos del país. Su historia es la de un joven humilde, nacido en Nueva Armenia, que peleó desde abajo hasta llegar a escenarios internacionales.
Pero su carrera tuvo un giro doloroso cuando coincidió con la dirigencia de Godofredo.
En una reciente entrevista, el propio Muñeco lo dijo con claridad devastadora:
“Cuando estuve con Godofredo, no gané ni un centavo.”
A pesar de pelear dentro y fuera del país, González asegura que:
Nunca recibió pagos justos.
Le prometían dinero que nunca llegaba.
Vivía peleando por sobrevivir, no por prosperar.
Peor aún: cuando el Congreso Nacional lo premió con 50,000 lempiras, él denunció que Godofredo quiso que pagara un boleto aéreo a México con ese dinero.
“Me quedaron solo 10,000 lempiras.”
El éxito deportivo del boxeador se convirtió en plataforma política para su dirigente… mientras él se quedaba sin nada.
ABANDONO HUMANO: PELEÓ CASI CIEGO Y NADIE LO PROTEGIÓ
La parte más dolorosa de esta historia es la que duele en la memoria colectiva.
El Muñeco casi quedó ciego.
Peleó con cataratas avanzadas.
Subió al ring sin ver bien, solo sintiendo los golpes.
Y relata:
“Yo no quería que nadie se diera cuenta. Solo quería llevar dinero a mi familia.”
En lugar de apoyo, ¿qué recibió?
Silencio. Y luego burla pública.
Porque mientras el Muñeco luchaba por su vida y su vista, Godofredo publicaba en redes comentarios sarcásticos sobre sus derrotas en España.
Años después, la gente lo recuerda:
“Lo explotó y lo dejó tirado cuando se jodió del ojo.”
“Siempre se burlaba de él.”
“Se cree el inventor del boxeo.”
“Es el Don King hondureño.”
Esto no es opinión editorial: son cientos de hondureños recordando lo mismo.
INVESTIGACIONES FORMALES: LA ATIC Y LOS SEÑALAMIENTOS DE MALOS MANEJOS
No fue solo un conflicto personal.
Hubo investigaciones reales del Estado.
La Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) abrió un expediente por presuntas irregularidades en la Federación Hondureña de Boxeo Amateur, incluyendo:
Manejo opaco de fondos.
Donaciones desaparecidas.
Malversación de recursos asignados.
Falta de registros claros.
Incongruencias administrativas bajo su presidencia.
Los boxeadores lo denunciaron por años.
Los medios lo reportaron.
Los organismos investigaron.
Y él, como siempre, se defendió atacando a sus propios atletas.
UN PATRÓN QUE SE REPITE: CONTROL, MANIPULACIÓN Y DINERO
Las historias se repiten una y otra vez:
“Levantar tu récord ahora, pagarte después.”
“No hay patrocinadores.”
“Tenés que ganar un cinturón primero.”
“Es por el prestigio del país.”
Una cadena de excusas para mantener a los boxeadores bajo su control, sin contratos, sin respaldo y sin garantías.
Mientras tanto:
Él administraba donaciones.
Él decidía viáticos.
Él viajaba.
Él aparecía en prensa.
Él crecía… mientras los atletas no veían un centavo.
Ese es el patrón.
El mismo patrón que luego apareció en Cultura,
en la UMAX con la esposa “paracaidista”,
y ahora en la venta de credenciales a Libre.
¿PUEDE UN DIRIGENTE ASÍ SER BUEN DIPUTADO?
El artículo no es para hablar de boxeo.
Es para hablar de carácter.
De lo que revela este caso:
Abuso de poder.
Manejo oscuro de recursos.
Oportunismo político.
Desprecio hacia los humildes.
Manipulación de jóvenes atletas.
Falta total de ética.
Así actuó cuando nadie lo observaba.
Así trató a quienes dependían de él.
Así administró recursos pequeños.
Ahora quiere manejar presupuestos millones de veces mayores.
Quiere representar a un pueblo que jamás protegió.
Quiere un curul para negociar, no para servir.
❌Honduras merece respeto❌
Honduras no merece repetir este error.
Si así se comportó con un boxeador humilde…
¿qué haría con un país entero en sus manos?**
La verdad es clara.
El historial está ahí.
Y aunque lo cubra con miles de vallas…
Las sombras del ring siguen siendo más grandes que su campaña.